Acabamos con cara de tontos

Un punto que sabe mal, que sabe a derrota. El Murcia no ha sido capaz de derrotar al equipo más débil de la Segunda División, el Sevilla Atlético, ni con una ventaja de dos goles. Y eso que el conjunto de José Miguel Campos pudo ganar y además muy fácilmente dados los fallos defensivos del conjunto local, pero los atacantes pimentoneros no estuvieron finos.
De la primera parte lo mejor fue el remate de Ochoa que significaba el 0-1 tras la salida de un córner. El Murcia ganaba con relativa sencillez y el partido no tenía pinta de ser demasiado complicado. Pero entonces comenzó la segunda parte.

Y Bruno sumó el 0-2 después de una buena jugada de Capdevila, muy incisivo en la izquierda pero poco efectivo. Fue a partir de aquí cuando Lesma López comenzó su particular show. Casi inmediatamente después del gol del mediocentro grana, señalaba un penalti de Elía a Pouga que era el 1-2. Ni cinco minutos habían pasado cuando volvía a señalar otro penalti, este más dudoso, nuevamente sobre Pouga. El Sevilla Atlético empataba a dos.

El partido estaba loco. En la siguiente jugada, Lesma López pitaba penalti sobre Mejía mientras se producía un barullo en el área. Bruno, máximo goleador ya del Murcia, hacía el 2-3.

Diez minutos después del segundo gol de Bruno, un asistente de Lesma López pitaba un penalti en el que yo particularmente no veo nada, de Peña a Pouga. El primer lanzamiento lo paraba Elía, pero el señor colegiado decidió que había que repetir. Volvió a detener el meta grana, pero el rechace le caía a José Carlos y empataba el partido a tres.

Luego pudo el Murcia ganar gracias a dos acciones de De Lucas y de Mejía, pero no tuvieron suerte y los pimentoneros se vuelven a casa con un punto en el zurrón. Un punto que, por desgracia, tuvieron que ser tres.